ANÉCDOTAS

Rubén Salazar, nació en Bogotá el 22 de septiembre de 1942, hijo de Narsés Salazar Cuartas y Josefina Gómez Villoria.

Frecuentó el Seminario de Ibagué donde cursó los estudios secundarios y luego el ciclo filosófico. Después fue a Roma y, en la Universidad Gregoriana, obtuvo la Licenciatura en Teología y luego, en el Pontificio Instituto Bíblico, en Sagrada Escritura. Fue ordenado sacerdote, incardinándose en la Arquidiócesis de Ibagué, el 20 de mayo de 1967.

Como sacerdote desempeñó los siguientes cargos: Director espiritual y Profesor del Colegio Tolimense en Ibagué (1967), Vicario cooperador de la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro en Ibagué (1968), Capellán del Reformatorio masculino de Ibagué (1973-1976), Profesor de Sagrada Escritura en el Seminario de su Arquidiócesis (1972-1986; 1990-1992), Párroco de la Parroquia Inmaculado Corazón de María en Ibagué y Capellán del Batallón Rooke, en la misma ciudad (1976-1987).

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Ese año el Banco de Bogotá ofreció becas completas a algunos estudiantes de varios colegios de Ibagué. El cura Mejía seleccionó a Héctor Facundo, de 5° y a mí, para que nos presentáramos al concurso. El cura, dada la generosidad del Banco, también fue especialmente generoso con mi padre, quien me pidió que me presentara a concurso como interno, puesto que la erogación era mayor, y podía cubrir las pensiones de mis otros cuatro hermanos que allí estudiaban también. El Banco pagó, mes a mes, todos los gastos, desde un borrador, hasta vestido de paño. Al final fui a la gerencia, que todavía quedaba en el edificio viejo de la tercera, a expresar el agradecimiento (y de paso a ver si ya estaba el formulario para el año entrante…). Tito Vega. 

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En ese año se iniciaron los exámenes del ICFES, y uno de los primeros en realizarlo en el país fue Alberto González Murcia, porque acudió cuando fueron oficialmente inaugurados, en septiembre, no recuerdo quién más ni en cual ciudad, si mal no estoy, en Bogotá. Los demás, despistados, lo hicimos en noviembre, porque (como en mi caso que me presenté primero a la U. de Caldas, en Manizalez), ya era el requisito que varios no sabíamos para el ingreso a la U, excepto la Nacional (y no sé cuales otras), donde me presenté pocos días después. Tuve la oportunidad de escoger (en Manizalez me iría a quedar en casa de un amigo de mi padre y en Bogotá en casa de una tía rica), y preferí Bogotá. El sistema de calificación de la Nacional era con tarjeta perforada IBM, marcadas las respuestas con lápiz magenta. Ese año varios tuvimos cuatro exámenes: los del ICFES, los dos de la Nacional y la del concurso Coltejer que se hizo, no sé si en otros sitios, en el Colegio de la Presentación de la 9a. TitoVega.

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Mi Mi

Mi regla de cálculo. La compré a Luis Enrique Hernández, en 3°. No he vuelto a ver otra con suma-restadora. TitoVega.

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Al regreso de la excursión de la Bocana (tercero), Alexander Vásquez compró un long play de Beto Fernan en Buenaventura, pero lo perdió entre los escombros en el terremoto en Armenia. Y por arte de magia, ahí va uno: 


https://youtu.be/C_KY9hJmmJ0

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Yo llegué con un cargamento de chocolatinas Milky Way para la casa, y una caja de cuchillas de afeitar para mi padre (Tito Vega).

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El algún momento alguien inició la broma de decir palabras al revés, entre los cuales Augusto Rivera. En el portón de salida del Colegio, el cura Mejía, siguiendo la cuerda, contestó a Augusto "napedcayú", haciendo la traducción inmediata: "pandeyuca", al revés..

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Según memorias de Augusto Saavedra-el brujo (egresado del colegio en el 63 con el burro mayor Villarreal, los tataretos Robledo y Luis Enrique Ruiz, miquimaus-Cardona, Raúl Ordóñez-picardías, el pijao Eliécer Bastidas, ranchoepaja-Alvis, Ignacio Renjifo-matasanos, muelegallo-Gonzalo Varón, Luís Ospina-la hormiga, el loco Gómez. Luis Angel Guzmán-la arepa) economista de La GranColombia, hermano de Armando Saavedra, este último fallecido el 10 de junio 2024, nos recuerda la anécdota cuando el cura Mejía, en un momento de sus rabietas, dijo que no había plata para el mosaico. Fue cuando Raúl Sendoya de la promo de Augusto y quien vivía en el barrio Santa Bárbara, parodiando la melodía de 'Sabor de Mejorana' de Jorge Villamil, compuso estas estrofas:

"Sabor de defraudados,

tienen los bachilleres

del sexto A y B,

son hombres que se van,

con la mente sudorosa,

que el cura puso fin.

No vengan a decirnos, 

que no había plata,

para el mosaico,

son palabras perdidas,

que el cura se inventó".

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